Hoy inicio mi viaje hacia ti,
a encontrarme de nuevo en tu regazo,
en el mismo lugar donde tus abrazos son pura caricia,
adoro tus besos,
si...
los adoro...
y ese cosquilleo que produce en mi tu aliento cálido.
No quiero detenerme y solo soportaré con dócil paciencia las estaciones obligadas.
Eres abundancia plena de todo aquello que anhele.
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